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                   Foto: https://www.google.com/ 
                    
                  JULIO  ORTEGA 
                  (  Perú ) 
                    
                  Julio Ortega (Casma, 1942) es un escritor y crítico  literario peruano, residenciado en Estados Unidos. Profesor de Literatura Latinoamericana  en la Universidad Brown. 
                  Ha tenido impacto crítico sus reflexiones sobre  "el discurso de la abundancia" y la "geotextualidad  transatlántica". 
                  Es Profesor en Brown U. desde 1989, donde ha dirigido  el Departamento de Estudios Hispánicos y el Centro de Estudios  Latinoamericanos. Actualmente lo es del Proyecto Transatlántico. También ha  sido profesor en la Universidad de Texas en Austin y Brandeis U. Fue profesor  visitante en Harvard, Yale, NYU, Pittsburgh, California Santa Barbara, Florida  Gainesville, Maryland, Stony Brook y Puerto Rico. Así mismo, ha ejercido la  docencia en las Universidades de Salamanca, Granada, Las Palmas, Universidad  Católica de Chile, Central y Simón Bolívar en Venezuela, University of London y  Cambridge University, U.K. Ha sido investigador en El Colegio de México. Emigró  a EE. UU. en 1969. Vivió también en México y Barcelona, y volvió por dos años a  Lima antes de regresar como "full professor" a The University of  Texas, Austin, en 1978. 
                  Distinciones y ediciones de este autor en: https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_Ortega_(escritor) 
                    
                  TEXTOS  EN ESPAÑOL  -  TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                    
                  
                  MENDIOLA,  Victor Manuel.  La mitad del cuerpo sonríe.  Antología de la poesía peruana contemporánea.  México,  DF: Fondo de Cultura Económica, 2005.  423  p.                Ex. bibl. Antonio Miranda            
                    
                  Puertas de la mente 
                     
                    NINGUNA  palabra me basta 
                      De pie bajo el arco iris 
                      Como un animal antiguo ante su padre 
                      Herido por la gratuita belleza 
                      Acuática y latente de la sangre 
                      Que ilumina el círculo arcaico 
                      De la boca, todo el vacío 
                      De que estamos hechos, tenue 
                      Es el dios que baja 
                      Con plumas de aire mojado 
                      Y flores de agua tierna 
                      Que bebo como el llanto 
                      De mi bautizo terrestre, mudo 
                      Cuando ningún nombre basta 
                      Cuando a mi lado tú señalas 
                      La puerta instantánea 
                      Por donde pasamos de tu vida 
                      a la mía, 
                      Hijos de esta alegría 
                      Iridiscente 
                    
                    
                  Sol intercambiable 
                     
                    SOL  salvaje del verano 
                      Estoy bajo tu amparo 
                      Enciéndeme la sangre, esta 
                      Saliva tuya: soy otro 
                      De tus poderes terrestres 
                      Intercambiable 
                      Por tu existencia nocturna 
                      Cuando he dado la vuelta 
                      Bajo tu oro ligero 
                      Como un pájaro ignorante 
                      Que arde placidamente 
                      Mientras la tierra se disuelve 
                      Junto a la mujer que flota 
                      A lo largo de esta sangre 
                      Dormidos a tus pies 
                      Como dioses sin oficio 
                      En tu creación inconclusa. 
                    
                  Embarcadouro do Sul 
                     
                    :  A LA MESITA del bar (en el muelle 
                      de luz llena) y 
                      bajo la brisa apremiada. 
   
                      Una gaviota se para en el farol: 
                      blanca, el ojo húmedo. 
   
                      Nítida costa 
                      al verdor montañoso 
                      (de playa baja, limpia y sola) 
                      : en tus ojos brilla 
                      instantánea. 
   
                      Tiempo que se posa 
                      y reposa bajo el cielo enrojecido. 
   
                      Pájaro de paso y 
                      sin pasado. 
                     
                    
                         Gracias 
                     
                    POR  el agua 
                    en  la noche 
                    despertando 
                    que  te pedí- 
                    como si 
                    bajases  a la tierra 
                    y  sus ríos 
                    escuché  vertirse 
                    un  agua remota 
                    en  el agua alerta, y 
                    creí  que volvia 
                    a  tu sueño y 
                    de  tu mano. 
                    Por  ela agua, 
                    por  la sed.  
                    
                   
                   
                  TEXTOS  EM PORTUGUÊS 
                  Tradução:  ANTONIOMIRANDA 
                    
                  Portas da mente 
                     
                    NENHUMA  palavra me basta 
                      De pé debaixo do arco-íris 
                      Como um animal antigo frente ao seu pai 
                      Ferido pela gratuita beleza 
                      Aquática e latente do sangue 
                      Que ilumina o círculo arcaico 
                      Da boca, todo o vazio 
                      De que estamos feitos, tênue 
                      É do deus que desce 
                      Com plumas de ar molhado 
                      E flores de água suave 
                      Que bebo como o pranto 
                      De meu batismo terrestre, mudo 
                      Quando nenhum nome basta 
                      Quando ao meu lado tu apontas para 
                      A porta instantânea 
                      Por onde passamos de tua vida 
                      para a minha, 
                      Filhos desta alegria 
                      Iridiscente     
                    
                  Sol intercambiável 
                     
                    SOL  selvagem do verão 
                      Estou sob teu amparo 
                      Acende-me o sangue, esta 
                      Tua saliva: sou outro 
                      De teus poderes terrestres 
                      Intercambiável  
                      Por tua existência noturna 
                      Quando dei a volta 
                      Sob o teu ouro ligeiro 
                      Como um pássaro ignorante 
                      Que arde placidamente 
                      Enquanto a terra se dissolve 
                      Junto à mulher que flutua 
                      No percurso deste sangue 
                      Dormidos junto aos teus pés 
                      Como deuses sem ofício 
                      Em tua criação incompleta. 
                    
                  Embarcadouro do Sul 
                     
                    :  NA MESINHA do bar (no cais 
                      de luz plena) e 
                      debaixo da brisa forçada. 
                     
                  Uma gaivota para no farol: 
                    branca, o olho úmido. 
   
                    Nítida costa 
                    no verdor montanhoso 
                    (de praia plana, limpa e solitária) 
                    : em teus olhos brilha 
                    instantânea. 
   
                    Tempo que pousa 
                    e repousa o céu enrubescido. 
   
                    Pássaro de passagem e 
                    sem passado. 
                   
                    
                         Obrigado 
                     
                    Pela  água 
                    de  noitee 
                    despertando 
                    que  te pedi - 
                    como se 
                    baixasses  à terra 
                    e  seus rios 
                    ouvi  verter-se 
                    uma  água remota 
                    na  água alerta, e 
                    acreditei  que voltava 
                    ao  teu sonho e  
                         de tua mão. 
                    Pela  água, 
                    pela  sede.  
                    
                  * 
                     
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                  http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/peru/peru.html  
                    
                  Página publicada em abril de 2022 
                
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